El poeta mira los carteles de publicidad gratuita, los folios en rumano, en árabe, en ucranio, en chino y en ruso. Mi infancia transcurrió en una isonomía entre españoles de clase obrera en una ciudad del extrarradio, descendencia andaluza, extremeña, castellano manchega. La exclusión social y el margen era patrimonio del mundo gitano. Si había algún inmigrante, era algo pintoresco. Leganés se fue haciendo cosmopolita y hoy contamos con población originaria de todos los continentes lo que enriquece a nuestra ciudad y favorece, con el paso del tiempo, la mezcla de razas. Mis antepasados de Huelva fueron con Colon - eran los que remaban -. Es curioso, cuando se estudia la Historia universal, Egipto, Grecia, Roma...cómo existieron dos mundos paralelos en el planeta sin conocerse.
La esclavitud, por protección del indio, llevó al negro a América, y los andaluces los genes árabes al Nuevo Mundo. La leyenda negra de España en América es un abuso del criollo que hizo la revolución nacionalista, el espíritu y el himno de cada país contra España, cuando el criollo tomó el poder fue incluso peor que el imperio Español. Léase el Tirano Banderas de Valle Inclán o cualquier conclusión de Borges sobre el peronismo.
Los españoles se mezclaron sin ningún problema desde un primer momento con los taínos de Cuba y La Hispaniola, y no sólo por golfería, Hernán Cortés se casó con la Malinche que hizo de intérprete entre tarascos y aztecas, algo impensable en el mundo británico que convivían en clubs distantes y lujosos con criados indígenas. Los españoles fundamos universidades desde el primer momento de la colonización, los ingleses no. La protección del indio estuvo presente en los debates humanistas de Salamanca, parte de la leyenda no es leyenda, la mita, el trabajo en las minas, el contagio de enfermedades, el saqueo fue cierto, la quema de códices, los abusos de todo imperio. En la metrópolis la inquisición duró hasta mediados del siglo diecinueve.
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